En muchas viviendas, negocios o edificios, la entrada principal recibe toda la atención en términos de seguridad. Pero las entradas traseras, laterales o de servicio suelen quedar relegadas, convirtiéndose en uno de los puntos más vulnerables ante intrusiones. Es precisamente por su ubicación discreta y bajo tránsito que los delincuentes las consideran un blanco fácil.

Proteger estos accesos no solo mejora la seguridad general, sino que cierra brechas que pueden comprometer todo el sistema. A continuación, te mostramos cómo hacerlo de forma efectiva.

1. Instalar cerraduras de alta seguridad

Las puertas traseras no deben tener cerraduras más simples que las frontales. Al contrario, se recomienda instalar cerraduras de alta seguridad, como:

  • Cilindros antibumping

  • Cerraduras multipunto

  • Cerraduras electrónicas con control de acceso

  • Sistemas de retardo o temporizador de apertura

Además, agregar un cerrojo extra o un pasador interior puede dificultar aún más el acceso forzado.

2. Refuerzo estructural

El tipo de puerta también importa. Las puertas traseras suelen ser de materiales más livianos, como madera o incluso metal delgado. Lo ideal es:

  • Reforzar el marco de la puerta con placas metálicas antipalanca

  • Usar puertas blindadas o acorazadas si dan hacia callejones o espacios públicos

  • Instalar bisagras con pasadores de seguridad internos que impidan su extracción

3. Control de visibilidad y accesos

La mayoría de intrusos elige entradas traseras porque pueden actuar sin ser vistos. Por ello, es recomendable:

  • Despejar arbustos o elementos que obstruyan la vista desde el exterior

  • Instalar una mirilla o cámara discreta para monitorear

  • Asegurar también puertas de patios, terrazas o accesos desde zonas comunes

4. Iluminación inteligente

La oscuridad es aliada del ladrón. Usa iluminación con sensor de movimiento en zonas traseras o poco transitadas. Esto no solo disuade, también alerta al interior de que alguien se ha acercado.

5. Vigilancia y sensores

Complementa la protección con sistemas de alarma o detección:

  • Sensores de apertura en puertas y ventanas traseras

  • Cámaras de videovigilancia conectadas a una app

  • Alarmas silenciosas o con disuasión sonora en caso de apertura forzada

Si tu propiedad cuenta con múltiples accesos o zonas vulnerables, recomendamos consultar con Cerrajeros Sabadell, expertos en reforzar puntos críticos como accesos traseros, cerraduras industriales y puertas de servicio.

6. Rutinas de control

Por último, adopta medidas prácticas que ayudan:

  • Revisa periódicamente el estado de la cerradura

  • No dejes herramientas o objetos cercanos que puedan usarse para forzar la puerta

  • Evita ocultar llaves cerca de entradas traseras (macetas, piedras, etc.)

  • Si hay empleados o terceros que usan esa puerta, implementa un sistema de acceso controlado

Una entrada trasera bien protegida marca la diferencia entre una propiedad vulnerable y una segura. La clave está en equiparla con los mismos estándares de seguridad que la entrada principal, vigilando tanto lo visible como lo técnico.

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